sábado, 21 de abril de 2012

Pensamientos al cerrar el telón...

Dicen por ahí que cuando uno se enferma es porque no habla, quesque tiene cosas atoradas qué decir... Y en verdad yo tengo muchas.

¿A quién? También a ti, querido lector, no ha habido persona en este mundo a quien le haya dicho todo lo que siento... tantas cosas buenas, tantas cosas malas. Ponle el juicio de valor que quieras, siempre habrá uno de cada categoría que no te he dicho.

¿Y por qué? ¡Buena pregunta! Apuesto a que habrás notado que no tengo un estilo fijo a la hora de que estés leyendo esto. No. En verdad estas palabras son para expulsar a través de mis dedos, que atraviesen las redes complejas de la web, y que no sólo no lo diga, sino que además lo lea cualquiera que tenga acceso a este recurso. mejor dicho, algún perdido que tenga acceso a este (in)útil blog por el motivo que sea.

(Pausa)

Nunca había entendido por qué las montañas representan tanto los retos de la vida, hasta ahora. Digamos que yo soy esos escaladores que ven la punta de la montaña y comienzan a perder la esperanza... cuesta más trabajo respirar y cuando lo logras, el frío se te meté por todo el tracto respiratorio, hace estragos en los pulmones, duele el pecho, y el corazón se lastima.

La situación es la siguiente: Imagina que tienes frente a ti tu sueño hecho realidad, sueño que cargas noche con noche desde hace años. Lo tienes frente a ti, lo quieres tomar, lo hueles y hasta te dejan probarlo... Pero no está en tus manos. Dependes de trámites, de personas, de un sin fin de cosas.

(Cierra los ojos, el telón sigue cerrado. Han anunciado el intermedio)

Acabo de verlo detrás de la cortina. Allí está, me sonríe. Eso creo...

Se llama Tesis. O mejor dicho Sobre bifurcaciones secundarias en sistemas de tipo Reacción-Difusión, como le puse al bebé. ¡Miren, ya está empezando a hablar! ¡Observen, ya estructura enunciados! Pero tiene un defecto... no corre. Y lo que es peor, ¡no ha aprendido a volar!

Hoy en la tarde tuve un pensamiento, "si me siento así por una tesis de licenciatura, ¿qué no sentiré de una de doctorado?"

O lo que es peor...

"¿Es realmente esta carrera para mí, esta que tanto amo, deseo y juré ejercer hasta el último día de mi vida?"

(Los pensamientos fluyen de cabeza a ojos)

"Y si no soy para lo que más me gusta hacer, ¿qué es para mí?"


"¿Seré un buen actor?"


"¿Un buen hijo?"


"¿Un buen hermano?"


"¿Un buen ejemplo a seguir?"


"¿Un buen conferencista?"


"¿Un buen amigo?"


"¿Un buen amante?"


Quizás sólo la muerte nos entregue ese tipo de respuestas...

...en el intermedio, duele tratar de descubrirlo.

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